7/28/2007

Yoes

Todo debió empezar a catalizarse cuando tendría 16 años, por aquel entonces yo llevaba uno cursos intentando integrarme, algo no funcionaba, mi clase social era inferior o superior a mis amistades, aparte de mis excentricidades y timidez. Temblaba ante una mujer, en cierto modo debían saberlo o intuirlo, en mi pubertad sólo se subía pisando al inferior, y así sentía que me trataban ellas. Eso y mi madre me convirtieron en un misógino por dentro. Conocí Internet, allí tiempo más tarde a Elia, me enamoré sin verla, platónicamente, ella también, allí salió un Yo poético, desgraciado en la suerte. Al final cuando me vio resultó cambiar de opinión, resultó uno de los primeros ejemplos en ver, que realmente la mayoría de veces era yo el único que mantenía mis palabras e ideales. Me ayudó mucho ser aceptado por mi profesor de literatura, en mis composiciones experimentales para mí, del montón en un mundo que se cree alternativo. Más tarde, a los 17 casi entrados en los 18, una amiga se hacía la mujer, se hacía la desgraciada mientras me metía mano, yo en realidad no quería, pero menos hacerle daño, y me lié con ella. Era una chica frágil emocionalmente, la sociedad estaba aparentemente en su contra. Ahí desarrollé un lado muy protector y otro frustrado en el sexo, pues ella siempre se dormía al correrse, y solía ser rápida, además al dejarme me reprocho mi mala sexualidad. Estaba roto, hacía años que mis padres y hermano habían dejado de entenderme, había tenido muy malas experiencias en general, era un repetidor nato. Quería seguir intentándola proteger, y porque no recuperarla, así que inventé una personalidad opuesta a mí, Slave. Funciono muy bien, me ligue a ella y a su amiga, entendí entonces que siendo mas egoísta y pasota la gente te desea más, lamentablemente suele ser realidad. Quedé con ella en Barcelona, ella era de Madrid, no se lo acababa de creer, ese chico tímido resultaba ser el chico morboso por el cual se moría por dentro. La cosa no fue bien como yo presentía, ese día tome unas pastillas y alcohol, me desperté a las 16 horas en el suelo, no valía la pena. Al cabo de un año un amigo me presento una chica, hablábamos jornadas de 10 horas por teléfono, allí conocí la complicidad y la comunicación. Un día fui a su casa, sin tener intención nos acostamos juntos, sin hablarlo antes empezamos a mordernos y arañarnos, acabamos llenos de morados gigantes y arañazos. A partir de entonces me ignoró de golpe, tiempo más tarde descubrí que en realidad tenía novio, y esa era la forma de que yo no le diese problemas. De nuevo me sentí rechazado, quizás el error pensé, fue la manera de conocerse. Tiempo más tarde tuve la relación más normal que he tenido, Laura. Salimos juntos y tardamos tiempo en besarnos, todo muy idílico, perdió la virginidad conmigo. Pero siempre quiso controlar todo, mi trabajo, mi ropa, los celos…. Acabo liándose con un mossu y dejándome, quizás las relaciones no estaban hechas para mí. Tuve algunas aventuras y después una novia 10 años mayor que me enseñó mucho en el sexo, de nuevo me dejo ella. He tenido durante muchos años aventuras, nunca quise compromiso, he ido desarrollando una personalidad estática y sin responsabilidades. He tardado 6 ó 7 años en querer volver a tener una relación, pero mis circunstancias me han privado de ello. Seguro que hay más yoes derivados, un yo con ganas de ensuciar y hacer daño, uno protector, uno con un romanticismo estricto, otro que se cree escritor, un yo neutro que intenta moderar, uno desviadamente sexual, uno sibarita y egocentrista, otro luchador, otro misógino, uno sumiso, otro exhibicionista, otro que no quiere cambiar.

Trabajo psicilogico de autopsicoanalisis