12/07/2007

Mama

Querida mama, te escribo esta carta, tan extraña para mí como para ti. He decidido esta forma de comunicación debido a mis problemas lingüísticos y a tu sordera, y alevosía añadida quiero que puedas leerla tantas veces quieras, cada vez que discutamos y te vayas a llorar, o si puede ser cuando te sientas mal o decaída. Y es que nuestro problema, quizás se origino en tu dura infancia, la mía también lo fue. Te necesitaba, y es cierto, que estabas conmigo, pero no alcanzamos un entendimiento. Quizás ha sido una pequeña obsesión intentar entender las mentes de otras madres, a través de sus hijas. Han sido años de investigación lenta, y no necesariamente relevante, pero si ha sido un trabajo constante y revelador a nivel personal, y quiero que sepas, que aunque no halle siempre el motivo de tal discordancia, siempre había una dolorosa biografía, que imposibilitaba esa relación, además había un factor añadido, las madres no aceptaban el crecimiento de sus hijos, y los hijos necesitaban crecer, 2 convicciones y opiniones, ninguna aceptación. Quiero hacerlo, mi mente quiere que sepas, que lo que ocurrió con nuestro problema, me hizo y me hace más fuerte, y que en gran parte, el que yo haya podido soportar una tetraplejia sin visión ni habla, es en gran parte por la educación que me has dado directa e indirecta, la manera de afrontar los problemas, y hoy puedo decir, que cuando el hospital, o mis amigos, daban como podían “falsos” ánimos, yo confié en mi, y creí que todos actuaban como locos, fue así, aunque también os digo: No tengo ni puta idea de cómo tendrías que haber actuado, pero lo hicisteis bien.
Ahora no soy he mismo Cristian que conocías hace 10 meses, he cambiado, claro está. Pero a nivel emocional y físico. A pesar de que veas un chico débil, que camina despacio y cojeando, arrastrando un brazo y sus palabras, no te dejes engañar. Es tu percepción y no a mí a quien ves. Mama, he vivido cosas que traumatizarían a un dios, me he caído muchas veces, y he sufrido dolores que espero que jamás experimentes, me he enfrentado contra médicos y enfermeros, me he limpiado a mierda con las manos, me he atragantado tantas veces que mis pulmones deben tener comida acumulada para 1 mes. Mama, el que me caiga a veces, el que vaya despacio, el que no me entiendan todos, el que piensen que soy retrasado mental, es un problema que no podrás arreglar, y ahora más que nunca debo intentar vivir solo, da igual que mi hermano pueda o no pueda estar, me he convertido en el mejor hijo que pudieras tener genéticamente, no por mis cualidades o dotes, si no porque este, y otros problemas de antaño, los hemos podido superar. Esta es la fase quizás más fácil y lenta de mi enfermedad, déjame ser yo. Ayúdame a que mi cuerpo este en paces contigo, y no te pido que arregles ese problema que a veces altera tu personalidad, pero si te pido, como hijo que dejo de ser ahora (ahora soy el hombre al que cuidaste, y te quiere como mujer y no como madre) que comprendas esta metamorfosis que hago, confiemos en cada uno, aunque empecemos a ciegas los dos. Sé que chocaremos muchas veces mas, pero confío en que vayamos a mejor, y que encuentres una paz personal, así como yo consiga hacerla más estable.

Tu hijo, que quiere que consigas su respeto más allá de su persona.




Decicado a mi M.ª E. , y a los hijos y madres que quieren reencontrarse.




2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Eres inmenso.

Te Quiero

Raquel

8:11 p. m., diciembre 07, 2007  
Blogger mas de mi que de... lirio said...

Ya lo ha dicho Raquel eres inmenso y también certero... no imaginas cuanto me llegas al corazón.
Te abrazo una y mil veces. Con tus palabras aprendo y de eso se trata la amistad... te quiero de una forma que nunca he querido.
Gracias.

10:08 a. m., diciembre 08, 2007  

Publicar un comentario

<< Home