12/12/2017

Diario Rojo


Su diario estaba allí, exhibiéndose, pasivo, tentando a ser leído. Ojeé algunas páginas:
“Se que es ansiedad, está allí, indescriptible y hambrienta de mí, me levanta, me suelta, me lame y me escupe, soy su saliva. A veces espesa, a veces fluida, me posee y yo necesito que lo haga. Es el camino más próximo hacia nada en concreto. Pero está allí, tan segura de sí misma que no duda en indicarme qué deseo en cada momento.
"No logro dormir, el pijama se desliza, la goma está desgastada y cede. Estamos solas mi hermana y yo. Ella duerme y el elástico ya rodea mis rodillas. Doy vueltas y vueltas, mis pezones están más duros que nunca. Las braguitas cuelgan ya sólo del dedo gordo del pie. Ella respira fuerte, casi ronca. Abro la ventana, con la camisa abierta, y mis pocas formas bombeando sangre rosa pálido. Un grupo de chicos de la calle me descubren y observan, sus conversaciones acaban ya. La ventana cubre mi pubis. Por mí, todo por mí. Sus cigarrillos se vuelven grises de ceniza y entre su inmovilidad, mi mano está entre mis muslos, muero entre mis piernas cerradas. Ellos se acercan más para mirarme, vuelvo corriendo hacia mi cama, el ansia se ha ido, y el calor con ella, me duermo hecha un ovillo, totalmente cubierta por las sabanas.”
Pasé algunas páginas más.
"Mi madre me ha mandado a buscarle unos zapatos. Hoy estreno la falda corta y quiero lucirla con unas medias a rayas. En el camino de vuelta, unos chicos me saludan, me acerco decidida. Me acosan a preguntas, son muchos, no sé a cual mirar. El más descarado remata la conversación invitándome a una fiesta por la noche, le digo que no. Él insiste, me cita para las diez, en ese mismo banco. Le rechazo sonriendo y me voy. Ya en mi habitación, recuerdo aquel verano, de iniciaciones y curiosidad. Recuerdo aquel verano, los chicos nunca se portaron bien conmigo, no pienso ir. Recuerdo aquel verano, nada malo ocurrió, pero todo cambió. Recuerdo aquel verano... ¿Qué me pongo?
Un vestido corto de mi hermana, purpurina en los hombros y sombras para resaltar mis ojos. El chico me recoge, y en la fiesta sólo hay pesados y cerveza. Normalmente no bebo, pero hoy consumo lo segundo. Cerveza, cerveza y cerveza caliente. Tengo ganas de hacer ir al baño, pero en el lavabo me acaricio y no meo ni gota, paro antes de mojarme aún más. Excitada y sin hacer pis. Me bebo otra cerveza y me voy mareada. Tengo la vejiga llena, me detengo en un callejón, detrás de un contenedor. Me bajo las bragas y no evito masturbarme, tengo un orgasmo y me deshidrato viva vaciandome de todo líquido. Me he corrido, estoy borracha y mis manos arden mojadas, he de volver a casa."
Algunas páginas más.
He vuelto a quedar con él, me siento bien, aunque sólo me dedique un día al mes. ¿Me he vuelto una conformista? Cuando estamos juntos me dejo llevar, aunque las cosas no son como deseo. Es tan agrio y a la vez tan cariñoso…
Sigo preguntándome por su pasado, ideas y sentimientos, no tengo respuesta. Está plagado de máscaras, es infranqueable, sólo a veces, pensativo, parece agrietarse por momentos, aunque se recompone en décimas de segundo.
Hemos ido a bailar, he bebido un poco y me he descontrolado, acabamos en una pensión de mala muerte. Estábamos a oscuras mientras lo haciamos, nos desbocamos y empezamos a mordisquearnos tímidamente. Él encendió la luz y su cuello tenía pequeños morados hechos por mi. Fui a lavarme. En el espejo vi mi nuevo maquillaje repartido entre los hombros y alrededores. Me encuentro aterradoramente lasciva. ¿Me quiere? creo que ya me da lo mismo..."

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Este no lo conocía.
Mientras lo leía me cruzaron la mente muchos pensamientos... pero esos me los quedó para mí jeje

Arañita.

9:55 p. m., enero 07, 2018  

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